Este informe titulado “Impacto del Abandono del Plástico en la Naturaleza”, del Informe LIBERA, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, del que sólo publicamos una parte, la dedicada a evaluar el impacto de los plásticos en la Naturaleza, no deja lugar a dudas. Estamos causando un desastre ambiental sin precedentes. Hay que dejar de verter plásticos a la Naturaleza con toda urgencia.
Por el momento, el terreno donde la comunidad científica internacional más ha avanzado es en el impacto del abandono de plásticos en mares y océanos, sobre todo en relación a la vida silvestre. Los primeros casos documentados de ingestión de plástico datan de 1966, cuando se encontraron 74 pollos de albatros de Laysan (Phoebastria immutabilis) en un atolón del Pacífico [9].
Si en 1997 una exhaustiva revisión de la literatura científica contabilizaba 247 especies afectadas por la basuraleza en mar [20], en 2015 una siguiente revisión ampliaba el número en un 70% hasta las 690 [19] y aportaba un nuevo dato: un 17% de estas especies forman parte de la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación la Naturaleza (IUCN), a la que BirdLife International facilita información sobre avifauna. Tan solo un año después, un nuevo informe elevaba a 800 [20] el número de especies marinas o costeras afectadas por ingestión de basuraleza, accidentes por enredo, la denominada pesca fantasma, impactos directos en sus hábitats o por dispersión y vector de especies invasoras. Según Naciones Unidas, 640.000 toneladas de artes de pesca desaparecen en el mar cada año, fenómeno que se conoce como “pesca fantasma” (ghostgear). Estos materiales hechos de plástico se enredan en las hélices de los barcos, en animales o se asientan sobre hábitats sensibles [21]. Los enredos provocados principalmente por hilos de nylon, redes y cuerdas, son la causa más probable de mortalidad de tortugas marinas, aves costeras y marinas, mamíferos marinos, peces y cangrejos [21].
“TORTUGAS OCEANÓGRAFAS”
FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations) y UNEP (United Nations Environment Programme) también advirtieron de los peligros que suponen los aparejos de pesca abandonados o perdidos. Pueden enredarse en especies amenazadas o en peligro de extinción, ser la forma de introducción de material sintético, en su mayoría en forma de microplásticos, en la red alimentaria marina o jugar un papel como vector para especies invasoras. La Fundación Reina Sofía colabora con ALNITAK (centro de investigación y educación dedicado al estudio y conservación de los espacios marinos) en un estudio científico integrado dentro del proyecto LIBERA, denominado “Tortugas Oceanógrafas”. El objetivo es analizar el efecto de la basuraleza marina en las tortugas de las Islas Baleares, ya que cada año miles de estos ejemplares se ven afectados por esta basura ocasionándoles mutilaciones o asfixia. Otros informes revelaron que todas las especies conocidas de tortugas marinas, aproximadamente la mitad de todas las especies de mamíferos marinos, y una quinta parte de todas las especies de aves marinas se vieron afectadas por el enredo o la ingestión de desechos. Alrededor de un 80% de los impactos estuvieron relacionados con desechos plásticos abandonados: cuerda y redes de plástico (24%), fragmentos de plástico (20%) o envases de plástico (17%) [22]. El investigador Matthew Savoca, biólogo marino de la NOAA, ha descubierto que algunas especies de peces, como las anchoas (Anchoa sp.), ingieren plásticos [9] porque, con el tiempo, estos residuos acaban cubriéndose de algas que les otorga un intenso olor a dimetil sulfuro. Este compuesto químico también es liberado por ciertos animales como el kril, uno de los alimentos favoritos de estas especies. Por este motivo, muchas aves marinas confunden los plásticos abandonados con alimento. Investigadores de CSIRO (Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisatio) de Australia y del Imperial College de Londres han encontrado que la mayoría de las especies de aves marinas contienen plástico en sus intestinos y se estima que, en 2050, el 99% de las aves marinas tendrán plástico en su aparato digestivo por ingesta directa [23].
MICROPLÁSTICOS
La ingestión de residuos afilados, como los fragmentos plásticos, pueden dañar sus intestinos, causar infección e incluso muerte, o estimular que el animal se sienta saciado y deje de alimentarse [25]. Debido a su pequeño tamaño, los microplásticos poseen una elevada relación superficie-volumen, que promueve la absorción de contaminantes químicos y por lo tanto tienen una alta capacidad de concentración de estos, facilitando su transporte e introducción en la cadena trófica. La ingestión de microplásticos puede producir bioacumulación de sustancias como: PCB, PAH, DDT y HCH [24]. La basuraleza también se está convirtiendo en un vehículo que favorece la expansión de microorganismos a lo largo del océano. De hecho, en 2015, se identificaron al menos 387 taxones “navegando” sobre fragmentos diminutos de basuraleza por el océano, un nuevo fenómeno que puede estar acelerando la expansión de especies invasoras y de enfermedades [25]. El ritmo no parece disminuir. El monitoreo en tiempo real, que realiza el Instituto Alfred Wegener para la Investigación Polar y Marina, amplía el número por encima de las 1.400 especies marinas y acuáticas. Además del evidente impacto ambiental, en la biodiversidad y conservación de los hábitats, se dispone de un cálculo del coste estimado que supone la basura marina, y que está entre 259 y 695 millones de euros anuales, principalmente para el turismo y los sectores pesqueros [26].
ORGANISMOS TERRESTRES
Desafortunadamente no existen muchos estudios sobre los efectos del plástico en organismos terrestres [27]. Por ello, desde el Proyecto LIBERA, junto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se puso en marcha en 2018 un estudio para evaluar el impacto de la basuraleza en agua, suelo y heces de animales dentro de las Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA). En un estudio llevado a cabo por el Instituto de Ciencias Marinas de Virginia se demostró que grillos de la especie Acheta domesticus y otros insectos terrestres pueden ingerir plásticos desechados en la naturaleza y con ello acumular polibromodifenil éteres (PBDE), unos compuestos químicos medioambientalmente persistentes que se usan como aditivos en los plásticos y que se consideran tóxicos [30]. Según un estudio realizado en Estados Unidos, los seres humanos también estamos expuestos a los PBDE, principalmente a través del polvo y nuestra dieta [29]. Un 40% de los residuos de plástico procedentes de las actividades agrícolas en los invernaderos no se tratan adecuadamente debido al deficiente sistema de almacenamiento y recogida de estos materiales por parte del sector agrícola. Estos filmes son muchas veces abandonados, provocando obstrucciones de los cursos de agua pudiendo generar riadas, además de transportar con ellos productos como plaguicidas, herbicidas y fungicidas.
LA INCINERACIÓN
Otra práctica inadecuada es la incineración, ya que genera emisiones de elevadas cantidades de monóxido de carbono (CO) y metales pesados [30]. Además, algunos plásticos utilizados en agricultura, como el acolchado, pueden ser especialmente difíciles de reciclar, ya que estos normalmente contienen tierra, arena y otras materias orgánicas [30]. El acolchado, utilizado habitualmente en cultivos de algodón y fresa, alcanza en muchas ocasiones niveles de tierra que suponen un 80% del peso, dificultando enormemente su reciclado [33]. También se ha denunciado que existe la práctica entre algunos ganaderos y agricultores de todo el mundo de quemar los desechos plásticos. Estos, cuando son quemados de manera incontrolada, pueden liberar compuestos volátiles tóxicos para el ser humano y el medio ambiente [16]. Los gases producidos por la combustión de plásticos pueden transportarse a través del aire, y algunos de ellos, como el mercurio, PCB, dioxinas y furanos, pueden permanecer mucho tiempo en el medio ambiente y tener una tendencia a bioacumularse (acumulación de sustancias tóxicas) [32]. Además, los objetos de origen plástico abandonados en zonas agrícolas y ganaderas pueden suponer una trampa mortal para muchos animales, como en el caso de las aves. Un estudio de 2006 alertaba de cómo los enredos provocados por cuerdas de enfardar amenazan a las águilas pescadoras (Pandion haliaetus). Este material, obtenido de desechos agrícolas es usado por esta y otras aves para construir sus nidos, suponiendo un peligro para los pollos y los individuos adultos, pudiéndoles llegar a causar estrangulamientos [33].
EL CUERVO AMERICANO
Otro estudio estadounidense sobre enredos de aves, causados por materiales de origen plástico, demostró que un 85,2% de los nidos de cuervo americano (Corvus brachyrhynchos) contenían material de fabricación humana. El número de nidos que incluían estos materiales era mayor en las zonas agrícolas que en las urbanas. La presencia de cuerdas sintéticas y cordeles fueron los objetos más comunes en los nidos. Estos objetos recuerdan a los materiales naturales usados para la construcción de nidos como enredaderas, hierbas o tiras de cortezas de árboles [27]. Un estudio del 2006 sobre la cigüeña blanca (Ciconia ciconia) en Polonia… analizó el impacto de las cuerdas de plástico en el desarrollo de los pollos de esta especie. Como ocurre con otras aves, los adultos utilizan este material para mejorar la estructura de sus nidos. En este estudio, se demostró que este material provocó enredos en las patas de al menos el 21% de los individuos estudiados, ocasionando la destrucción parcial de las patas, llegando en algunos casos a la autoamputación. Otro factor de riesgo para las crías es la posible ingesta de estas cuerdas de plástico, pudiéndoles causar problemas de digestión. Las cuerdas de plástico pueden no ser la causa directa de mortalidad de la cigüeña blanca, pero se ha comprobado que pueden jugar un papel importante para el desarrollo y madurez de los pollos. Los individuos menos desarrollados y con una mala condición física pueden morir a causa de la competición entre las crías de un mismo nido o incluso por el infanticidio parental selectivo [34].
SALUD HUMANA
El impacto de los plásticos abandonados en la salud humana se está intentando determinar. Estudios preliminares avalan la presencia de microplásticos en el cuerpo humano [35]. La comunidad científica está trabajando en generar conocimiento acerca de cómo puede afectar a nuestro organismo el consumo continuado de estos microplásticos. Cabe destacar que los plásticos frecuentemente contienen aditivos como pigmentos, estabilizadores UV e ignifugantes, aumentando la tipología de sustancias químicas a las que estamos expuestos con la ingesta. El bisfenol A (BPA), sustancia utilizada en la producción de algunos plásticos, fue incluida en 2017 en la lista de sustancias candidatas extremadamente preocupantes en la Unión Europea debido a sus efectos potencialmente tóxicos para la capacidad reproductora y potenciales propiedades de alteración endocrina. En diciembre de 2016, la Comisión Europea tomó la decisión de restringir el uso del BPA en el papel térmico en la Unión Europea. Esta prohibición entrará en vigor en 2020 [36].
Informe Impacto del Abandono del Plástico en la Naturaleza del Informe LIBERA, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes
PLÁSTICOS A TUTIPLÉN EN TODAS PARTES
Automoción, agricultura, ganadería…
La automoción es el tercer sector de aplicación de plásticos más grande de Europa, y este, el segundo continente que más demanda plástico para los vehículos. Hoy en día, el 16% del peso total de un vehículo es plástico y se espera que en 2020 aumente a un 18%. El mayor porcentaje de plástico se concentra en el interior del vehículo (52,5%), en el exterior (21%), partes bajo el capó (14,5%) y en la iluminación y electricidad (12%) [13]. Los plásticos se usan también en la agricultura moderna (3%) [11]. En el caso de los aplicados en agricultura, el MAPAMA (Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente) publicó los siguientes datos de España en 2015: el 40% de los plásticos empleados en agricultura se utilizan para la protección de cultivos y el 32% para el riego [14]. Incluso algunos plásticos se usan en la fabricación de productos químicos [15]. En Andalucía es donde el cultivo bajo plástico está más extendido y es aquí donde se encuentra la mayor concentración de invernaderos del mundo. El plástico también está presente en las explotaciones ganaderas. Los filmes de plástico son usados en gran parte para conservar el alimento de los animales [16]. La industria pesquera también incluye la utilización de plásticos en sus aparejos. Los más comunes utilizados para la fabricación de redes son la poliamida, el polietileno y el poliéster, siendo este último el más duradero [17].
REFERENCIAS
TOMA NOTA
[9] Laura Parker. 2018. “El Plástico”. National Geographic
[10] Cátedra Unesco de Cilco de Vida y Cambio Climático. 2017. “Análisis comparativo de diferentes opciones de distribución de frutas y hortalizas en España mediante el Análisis de Ciclo de Vida” http://www.areco.org.es/pdf/ Memoria_final_Estudio_ACV_ARECO.pdf
[11] PlasticsEurope (PEMRG) and Conversio Market & Strategy GmbH. 2017. “Plásticos – Situación en 2017,” Plastic the Facts 2017
[12] ANAIP (Asociación Española de Industriales de Plásticos). 2016. “Los Plásticos Aplicaciones Edificación y Construcción”. https://www.anaip.es/los-plasticos/aplicaciones/edificacion-y-construccion.html
[13] CBI MarketIntelligence. 2016. “CBI Product Factsheet: Plastics for vehicles in the European Union”
[14] Asociación Española de Industriales de Plásticos. 2016. “La Plasticultura en España”. https://www.anaip.es/ images/Divisiones/Agricultura/Catlogo-La-Plasticultura-en-Espaa-ANAIP-3-Mb.pdf
[15] W. Care. 2016. “Agricultural Pollution Plastics”
[16] G. Borreani and E. Tabacco. 2017. “Plastics in Animal Production”. Elsevier Ltd – 22 –
[17] The Circle Fisheries. 2012. “Materials science”
[18] David W. Laist. 1997. “Impacts of Marine Debris: Entanglement of Marine Life in Marine Debris Including a Comprehensive List of Species with Entanglement and Ingestion Records”. https://doi.org/10.1007/978-1-4613- 8486-1_10
[19] S.C. Gall, R.C. Thompson. 2014. “The impact of debris on marine life” https://doi.org/10.1016/j.marpolbul.2014.12.041
[20] Secretariat of the Convention on Biological Diversity. 2016. “Marine debris: Understanding, preventing and mitigating the significant adverse impacts on marine and coastal biodiversity”. CBD Technical Series No. 83. https:// www.cbd.int/doc/publications/cbd-ts-83-en.pdf
[21] Stephanie Pappas. 2018. “‘Ghost Gear’ Haunts the Oceans in a Growing Threat”. Scientific American
[22] Secretariat of the Convention on Biological Diversity and the Scientific and Technical Advisory Panel—GEF. 2012. “Impacts of marIne debris on biodiversity – Current status and possible solutions”. Technical Series No. 67
[23] CSIRO Australia. 2015. “Plastic in 99 percent of seabirds by 2050”. https://www.sciencedaily.com/ releases/2015/08/150831163739.htm.
[24] Mato et al., 2001 y Ogata et al., 2009 en Inniss, et al., 2016.
[25] Tim KiesslingLars GutowMartin Thiel. 2015. “Marine Litter as Habitat and Dispersal Vector”. https://doi. org/10.1007/978-3-319-16510-3_6
[26] Comisión Europea. 2018. “Residuos plásticos: una estrategia europea para proteger el planeta, defender a los ciudadanos y capacitar a las industrias” http://europa.eu/rapid/press-release_IP-18-5_es.htm.
[27] C. M. B. Andrea K. Townsend. 2014. “Plastic and the Nest Entanglement of Urban and Agricultural Crows”. https:// journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0088006.
[28] M. O. Gaylor, E. Harvey, and R. C. Hale. 2012. “House crickets can accumulate polybrominated diphenyl ethers (PBDEs) directly from polyurethane foam common in consumer products”. Chemosphere
[29] S. J. Lupton and H. Hakk. 2017. “Polybrominated diphenyl ethers (PBDEs) in US meat and poultry: 2012–13 levels, trends and estimated consumer exposures,” Food Additives and Contaminants – Part A Chemistry, Analysis, Control, Exposure and Risk Assessment, vol. 34
[30] M. Blázquez. 2003. “Los residuos plásticos agrícolas”. Consejería de Medio Ambiente. Junta de Andalucía,
[31] EGMASA. 1997. “Índices de contaminación de los plásticos procedentes de la agricultura”. Capítulo X. Los residuos plásticos agrícolas. https://www.juntadeandalucia.es/medioambiente/web/Bloques_Tematicos/Educacion_Y_ Participacion_Ambiental/Educacion_Ambiental/Educam/Educam_IV/MAU_RU_y_A/rua10.pdf
[32] WECF and Women in Europe for a Common Future. 2005. “Dangerous Health Effects of Home Burning of Plastics and Waste Fact Sheet Dioxin emissions from plastic burning”
[33] C. S. Houston and F. Scott. 2006. “Entanglement threatens ospreys at saskatchewan nest”. The Raptor Research Foundation – 23 –
[34] Z. Kwieci, P. T. Pozna, and L. Sciences. 2006. “Plastic strings as the cause of leg bone degeneration in the White Stork (Ciconia ciconia)”
[35] Schwabl Philipp et al. 2018. “Assessment of microplastic concentrations in human stool – final results of a prospective study”
[36] Agencia europea de los productos químicos (ECHA). https://echa.europa.eu/es/hot-topics/bisphenol-a