La Plataforma Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés), que reunió recientemente a expertos durante una semana en París, lanzó un exhaustivo Informe de Evaluación Global. El texto aporta evidencias irrefutables sobre el rápido deterioro de la Naturaleza en el mundo y de las contribuciones que brinda la biodiversidad a las sociedades. La pérdida de biodiversidad es un desastre colosal tanto o más destructor que la crisis climática. No hay duda del origen antropogénico de la extinción de especies…
El informe fue una llamada de atención para, en palabras de los autores del texto, que “los responsables políticos y las empresas tomen medidas decisivas”. Además, se señala, existe “la urgente necesidad de alcanzar en 2020 un nuevo Acuerdo para la Naturaleza y las Personas”. Este estudio científico, de 1.800 páginas, muestra el estado de la biodiversidad mundial desde 2005, con evidencias aportadas por 400 expertos de 50 países. El texto presenta una imagen alarmante de la extinción de especies, la disminución de la vida silvestre, la pérdida de hábitats y el agotamiento de los servicios de los ecosistemas, “que son cruciales para nuestra vida y el desarrollo económico”.
GREENPEACE LLAMA A LA ACCIÓN
El informe concluye, según Greenpeace, que “la mayoría de los objetivos sobre protección de la Naturaleza fijados por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para 2020 -conocidos como objetivos Aichi- no se van a cumplir, lo que echa por tierra la mitad de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS)”. Para esta ONG, esta alarmante situación requiere acciones urgentes para proteger bosques y océanos del mundo, así como un cambio radical en los sistemas de producción y de consumo. Greenpeace llama a la acción inmediata para detener la crisis. “Nuestra propia supervivencia depende de la Naturaleza: la pérdida de biodiversidad augura nuestra propia extinción. Por ello, aunque la situación es grave, aún podemos, y debemos, revertir esta tendencia con políticas ambiciosas. No podemos seguir destruyendo nuestro propio sustento. Además, es imposible salvar el clima sin salvar la biodiversidad, y viceversa. Si fallamos protegiendo la Naturaleza, perdemos nuestro mayor activo en la lucha contra el cambio climático”, ha declarado Paloma Nuche, doctora en Ecología y responsable de la campaña de Costas de Greenpeace. La citada ONG demanda a los gobiernos que antepongan “el planeta a los intereses corporativos y que actúen con la urgencia y ambición que exige este informe. Los líderes políticos deben implementar medidas para proteger la biodiversidad con la participación y consentimiento de los pueblos indígenas y las comunidades locales. El enriquecimiento de unos pocos ha llevado a la Naturaleza al límite, lo que pone en riesgo la propia supervivencia de la Humanidad”.
PESIMISTAS PRONÓSTICOS
Si el informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas es pesimista, siendo una entidad más o menos oficialista, otros informes y otros expertos son más agoreros aún. Algunos estudios muestran que, en poco menos de dos o tres décadas, muchos animales emblemáticos de la actualidad, como el tigre o las jirafas, podrían vivir sólo en espacios cerrados y/o monitoreados. Algunos científicos que han estudiado el proceso de pérdida de biodiversidad han llegado a la conclusión de que el proceso es mucho más rápido y grave de lo que se creía. ¿Entramos en una era de destrucción total y acelerada? Un informe reciente, publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU. (NAS, por sus siglas en inglés), pinta un cuadro completo de “aniquilación biológica”. El texto corrobora que la propia extinción de la especie humana también podría ser una realidad. Unas afirmaciones en las coordenadas de las no menos trágicas predicciones que realizaron científicos de la NASA hace poco más de tres años, anunciando el colapso de la biodiversidad en el planeta para las próximas décadas.
DATOS Y MÁS DATOS
Si analizamos los datos desde un punto de vista generalista, los resultados son pésimos. Si los analizamos con detalle, dan más pavor todavía. Un par de ejemplos que tienen que ver con el reino vegetal… La selva del Amazonas, en la que se encuentran el 30% de todas las especies terrestres, contiene unos 15.000 árboles distintos. Un equipo de investigación formado por 158 científicos de 21 países presentó en 2017 las conclusiones de un estudio: más de la mitad de sus tipos de árboles podría estar en peligro de extinción antes de 2050 si las tasas de deforestación actuales no se reducen. Por otro lado, según un estudio publicado en la revista “Science”, casi el 50% de todas las especies vegetales del planeta están en peligro de llegar a extinguirse. En Europa, se cifran en 15.000 las que están bajo amenaza. En España, según ese estudio, “220 especies corren el riesgo de desaparecer, la mitad de ellas en las Islas Canarias. La flora de las Canarias posee alrededor de quince mil especies conocidas que constituyen un reducto de especies muy importante a nivel mundial. Las costas de las Islas Canarias son ricas en organismos marinos (algas).En la zona que va hasta los 100 metros de altitud aparecen especies como la tabaiba dulce, los tarajales o los cardones. La laurisilva o bosque de laurel es el más característico de las Islas Canarias y en él se encuentran especies exclusivas como el fayal o el pino canario. Además, en las zonas de alta montaña se encuentran especies endémicas como el tajinaste, el alhelí o la violeta del Teide”. Estas especies podrían estar amenazadas si el proceso de disminución de especies y el calentamiento global no se detienen.
ESPECIES EMBLEMÁTICAS Y LUCRO
Algunas de las especies más emblemáticas de la fauna mundial están siendo puestas en peligro por el ánimo de lucro. Constatemos, por ejemplo, que, a lo largo de la costa sur de la isla de Penang, en el estrecho de Malaca, la rápida urbanización de Malasia está causando graves problemas contra la biodiversidad. Las tortugas Oliver Ridley migran miles de kilómetros a través del Índico para poner sus huevos a lo largo de 15 kilómetros de playas vírgenes. Todavía pueblan esas aguas delfines y las poblaciones locales practican pesca sostenible con medios artesanales. Pero todo ello está en peligro. Lo amenaza un gran proyecto de recuperación de tierras: inversores internacionales quieren crear tres islas artificiales de más de 1.800 hectáreas para construir urbanizaciones de lujo en ese área. La extracción de arena y las obras de construcción para el complejo amenazan toda la biodiversidad marina y destruirán los medios de subsistencia de la población local, a la que no se la ha tenido en cuenta. Desgraciadamente, hay muchos más ejemplos. El “National Geographic” ha publicado que “el descorazonador rastro de la caza furtiva alcanza niveles insostenibles que esquilman el planeta a una velocidad cada vez mayor. La creciente avaricia arrastra al límite de la extinción a miles de especies, con más de 30.000 elefantes, 100 tigres y 1.000 rinocerontes asesinados cada año, según afirma el World Wildlife Crime Report elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Dellito (UNODC)”. El mismo medio corrobora que “en las últimas décadas, la extinción de especies se ha acelerado hasta tal punto… que la tasa promedio de pérdida de vertebrados es hoy hasta mil veces más alta que las tasas de referencia. Algunos expertos consideran que nos encontramos ante la sexta extinción más grande de la historia de la Tierra. Entre las filas de la larga ristra de animales en peligro de extinción, muchos se hallan gravemente amenazados por la caza furtiva que alimenta el tráfico ilegal de animales. Según afirma un estudio publicado en The Royal Society, más de 300 especies de mamíferos están al borde de la extinción debido a la caza furtiva y el ánimo de lucro”. El cambio climático, la desaparición de los hábitats, la contaminación, la sobreexplotación… son otros males añadidos. Todo junto… es una especie de bomba de nitrógeno que arrasa con todo. Una bomba que lo deja todo intacto, pero sin vida.
COMERCIOS INMUNDOS
Hay diversos tipos de comercios inmundos que conllevan la extinción de especies. Por un lado, la caza para el tráfico de especies. A pesar de que es una práctica prohibida, en no pocos lugares del planeta se hace la vista gorda. Se calcula que más de 10 mil millones de dólares anuales genera este comercio criminal. Individuos de especies protegidas se cazan en países empobrecidos para venderlos a compradores sin escrúpulos de países enriquecidos que los utilizan en exhibiciones, fiestas, zoos particulares, colecciones privadas e, incluso, rituales satánicos. Todo es posible en el mundo moderno. Otro tipo de caza furtiva es la que se lleva a cabo con el fin de extraer de los animales asesinados los colmillos o cualquier otra pieza de su cuerpo. Esas piezas van a parar a mercados clandestinos (no tanto, si llegan a generar tantos beneficios y todavía nadie ha acabado con ellos) y/o sistemas sanitarios cutrealternativos que prometen grandes dosis de vitalidad sexual y longevidad a cascoporro si se consumen. Hay algunos casos muy conocidos y otros menos famosos. Es el ejemplo del totoaba. Se tarata de un pez endémico del Alto Golfo de California de México. Se le pesca de forma furtiva desde hace años porque su buche es enormemente codiciado en China, donde se le atribuyen capacidades afrodisíacas y medicinales. La pesca ilegal de totoaba, por si fuera poco, amenaza con acabar con otra especie única en el mundo, la vaquita marina. Algunos expertos dicen que ya sólo quedan unos 40 ejemplares. “Hemos realizado diversas incautaciones de más de 100 ejemplares en el último año. El kilogramo de buche de totoaba puede llegar a valer hasta 60.000 dólares” en el mercado negro, ha explicado recientemente a Efe el subprocurador de Recursos Naturales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de México (Profepa), Ignacio Millán. Es el pescado que puede presumir de ser más caro que la cocaína…
CONCLUSIONES
Tras este panorama tan opaco y aciago, siempre está el afán de lucro. Las compañías y estados que destrozan los hábitats para lucrarse con ello. Las entidades financieras que financian esas actividades vergonzosas. Las empresas que sobreexplotan los recursos… Las grandes corporaciones que calientan el clima y amenazan la vida. Los pequeños y grandes bandidos que cazan lo prohibido. Los que crean, fabrican, venden y/o utilizan productos altamente nocivos para la biodiversidad, y aquellos que, llenando su saca de sobres, dejan que eso siga haciéndose a pesar de las alertas científicas. La lista es interminable. Pero, por más que nos esforcemos, nunca conseguiremos no encontrar relaciones directas o indirectas entre el afán de lucro y de poder y la destrucción de la Naturaleza. Y lo peor es que, de alguna manera, todos somos cómplices de esas barbaridades. En el siglo XII, Ibn Al Arabi escribió esto: “Lo principal para ti es prestar atención en todo momento, estar atento a lo que viene a tu mente y a tu corazón. Reflexiona sobre estos pensamientos y sentimientos. Analízalos. Trata de controlarlos. Ten cuidado con los deseos de tu ego, salda tus deudas. Sé consciente, avergüénzate ante Dios. Será una buena razón para ser prudente, vigilante. Preocúpate, entonces, por lo que estás haciendo, diciendo y pensando, y los pensamientos y sentimientos que son feos a los ojos de Dios no podrán quedarse en tu corazón. Tu corazón estará tan a salvo de desear acciones que no se ajusten a la voluntad de Dios. Dios prescribió un deber, un acto, un culto para cada momento. Aprende lo que es y date prisa para hacerlo”. Todo ello,. “traducido” a un lenguaje actual y en todo esto que hoy nos concierne: “No hagas nada que sea susceptible de dañar la naturaleza y la biodiversidad. Colabora cuanto puedas en la regeneración del mundo y no en su destrucción. Protege la vida y aleja de ti, de tus pensamientos y de tus actos, cualquier acción, sea del tipo que sea, que ponga en peligro la vida”. Pasemos por este planeta haciendo el menor daño posible. Seamos conscientes de todo aquello que hacemos en nuestro día a día y que, de alguna forma, contribuye a la degeneración gaiana y, por tanto, también a la sociedad humana.
TOMA NOTA
4 especies bandera españolas en peligro de extinción
Se hace hincapié en la importancia de proteger las especies bandera, que son aquellas cuya conservación supone también la de otras especies que dependen de ellas. En España, 4 especies corren un serio peligro…Las principales causas de que estas especies se encuentren en peligro de extinción son, según WWF, la pérdida de sus hábitats naturales, el cambio climático, las especies invasoras, la contaminación y la sobreexplotación de especies.
EL LINCE IBÉRICO
A principios de siglo era el felino más amenazado del mundo, con solo 100 ejemplares en libertad. Su situación se debe, principalmente, a la caza. Con un gran trabajo de conservación se ha mejorado la situación de esta especie, aunque es una de las pocas que lo ha hecho junto con la ballena azul, la foca monje, el tiburón perro, el rorcual norteño y el pinzón azul de Gran Canaria. Aun así, siguen estando en la lista de especies en peligro de extinción (EN).
EL VISÓN EUROPEO
Esta especie es el carnívoro más amenazado de Europa. En España solo quedan 500 ejemplares debido a la invasión del visón americano y al empobrecimiento de su hábitat (la contaminación de los ríos). Se encuentra en estado crítico según la Lista Roja (CR) y podría desaparecer en 5 o 7 años si no se toman medidas. Desde 2018 forma parte de la lista de especies amenazadas del BOE a la espera de la activación de un plan de urgencia que evite su extinción.
AVES RAPACES
En España contamos con el 80% de la familia de los grandes rapaces de Europa. En este grupo se encuentran los buitres, los alimoches, las águilas y los milanos. Una de las especies en estado crítico es, precisamente, el águila esteparia, de la que solo quedan entre 800 y 1200 parejas de ejemplares. La causa principal de la amenaza de los rapaces es el uso de sustancias tóxicas y las electrocutaciones, que normalmente son trampas para zorros y cuervos.
EL LOBO IBÉRICO
La situación de esta especie en nuestro país es muy dispar según la zona en la que nos centremos. Si en Sierra Morena existe la población más amenazada de todo nuestro continente, en el norte se encuentra la mejor protegida con 2.000 ejemplares, de los que hay aproximadamente 12.000 en toda Europa. La principal causa es la cacería, que en las zonas al norte del río Duero está legalmente permitida.
ALARMA TOTAL
La magnitud del desastre
Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, más del 27% de todas las especies evaluadas en el planeta están bajo amenaza de extinción. Actualmente, el 40% de los anfibios del planeta, el 25% de sus mamíferos y el 33% de sus arrecifes de coral están en peligro. La UICN predice que el 99,9% de las especies en peligro crítico y el 67% de las especies en peligro se perderán en los próximos 100 años.