El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, presentó recientemente en rueda de prensa el informe final de la última edición 2023 del Estudio ALADINO, de Vigilancia de la ALimentación, Actividad física, Desarrollo INfantil y Obesidad en España, cuyo objetivo principal es profundizar en el conocimiento científico del estado nutricional y el desarrollo de los niños y niñas de 6 a 9 años. Los datos de este estudio epidemiológico transversal, realizado en esta ocasión en 12.678 niños y niñas entre los 6 y los 9 años procedentes de 296 colegios de todas las comunidades y ciudades autónomas, reflejan que más de un tercio de los escolares analizados (36,1%) padecen exceso de peso, siendo el sobrepeso del 20,2% y la obesidad del 15,9%.
Según los responsables del informe, “a pesar de considerarse valores elevados, estos resultados muestran que se ha producido una mejora respecto a ALADINO 2019, con un descenso de 4,5% en el exceso de peso como la reducción más destacada registrada en la serie de las distintas ediciones. Bajo la dirección de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), este estudio lleva realizándose desde el año 2011 en cuatro ediciones previas, y constituye una herramienta de vigilancia epidemiológica de enorme interés para la gestión de las políticas de prevención de la obesidad infantil, a través de la toma de decisiones para la mejora de la alimentación, así como la promoción de la salud y el bienestar de los niños y las niñas”.
COMPARATIVAS CON OTROS PAÍSES
Además, dicen sus responsables, “el Estudio ALADINO constituye una información de referencia no solo a nivel nacional, sino que también es internacional, puesto que está enmarcado en la Iniciativa para la Vigilancia de la Obesidad Infantil (COSI), de la Oficina para la Región Europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que permite la comparabilidad de los resultados con los países de nuestro entorno”. En la comparación con los países de la Región Europea de la OMS que como España han aportado datos en la sexta ronda de la iniciativa COSI, el descenso del exceso de peso producido en nuestro país es uno de los más acusados respecto a la ronda anterior, especialmente en el caso de las niñas. Aun así, España sigue siendo el sexto país con más exceso de peso (el tercero en la quinta ronda) y el séptimo en obesidad (cuarto en la ronda anterior).
CUANTO MÁS POBRES… MÁS GORDOS
En entornos familiares con un menor nivel de ingresos se observa que las prevalencias de exceso de peso, sobrepeso y obesidad son más elevadas, y continúan sin cambios de mejora. Así, la prevalencia en el exceso de peso en las familias con ingresos inferiores a los 18.000 euros, llega hasta el 46,7% frente al 29,2% de las familias que ingresan más de 30.000 euros. El sobrepeso y la obesidad también aumentan de forma progresiva en los hogares con la dificultad para llegar a fin de mes y cuando alguno de los progenitores no tiene trabajo remunerado.
MENOS FRUTAS Y VERDURAS
En concreto, en las familias que ingresan menos de 18.000 euros, el alumnado tiene un menor consumo diario de frutas y verduras que el perteneciente a familias que ingresan más de 30.000 euros (36,4% vs. 53,6% y 19,2% vs. 29,3%, respectivamente). También, este alumnado es el que desayuna menos veces a diario algo más que una bebida (un 61% frente a un 78 %). Por el contrario, la población infantil de familias con rentas inferiores multiplica por ocho el consumo de bebidas azucaradas, concretamente el 7,8% las bebe más de tres días a la semana frente al 0,9%.
SEDENTARIOS
Al analizar las respuestas a los cuestionarios de las familias de los escolares participantes y a sus centros educativos, entre los factores asociados a la obesidad siguen destacando los relacionados con los hábitos de alimentación y el incremento de hábitos sedentarios, como el bajo consumo de frutas y hortalizas o el uso excesivo de pantallas, hábitos que, a su vez, están influenciados por la situación socioeconómica de las familias. En relación con el entorno escolar, el 93,8% de los centros participantes disponen de servicio de comedor escolar, y es importante destacar que prácticamente la mitad de la población estudiada (49,5%) lo utiliza habitualmente.
COMEDORES ESCOLARES
Durante la presentación, Pablo Bustinduy dijo que uno de los objetivos del Real Decreto de comedores escolares, en el que está trabajando junto a otros ministerios (denominado oficialmente «para el fomento de una alimentación saludable y sostenible en centros educativos»), será trasladar a todos los comedores escolares los estándares fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en lo que respecta a la alimentación infantil. Además de garantizar el consumo diario de frutas y verduras frescas, y de evitar el consumo de bebidas azucaradas en las comidas, la norma también asegurará que todos los comedores escolares, independientemente de su titularidad, ofrezcan carne y pescado de calidad, y aumenten la cantidad de legumbres y cereales en sus menús. El ministro también ha recordado que el Real Decreto apostará por los circuitos cortos de producción y por los alimentos de cercanía para acceder así a productos más sostenibles, de calidad y que fomenten las economías locales.
AGRADECEMIENTOS
Se ha observado una mejora en la reducción de la obesidad y del sobrepeso infantil, si bien estas cifras continúan siendo muy elevadas y persisten las diferencias atribuibles al entorno familiar. Esto demuestra la necesidad de seguir fomentando hábitos saludables en condiciones de equidad, así como la continuidad del trabajo en la vigilancia epidemiológica de la obesidad infantil. “Desde la AESAN agradecemos a todos y todas los que han hecho posible este estudio, especialmente a los colegios, familias y, por supuesto, a todos los niños y niñas participantes, contribuyendo así al avance en el conocimiento de la situación actual de la obesidad infantil en España”, resaltan desde la Agencia.
POR NUESTRA PARTE
Por nuestra parte, cabe recordar a los responsables de la AESAN que los disruptores endocrinos presentes en pesticidas y todo tipo de plásticos son obesógenos. No se tiene en cuenta cuando hablamos de obesidad. Entonces, si la mayoría de la población española no tiene acceso a la alimentación ecológica, el problema del sobrepreso y la obesidad seguirán persistiendo. Nos gustaría mucho que el ministro hiciera hincapié que asegurará que, a partir de ya, la alimentación “bio” estará presente en todos los comedores escolares de España. Esto sería una gran noticia para la salud de los escolares, para nuestros ecosistemas y para el sector ecológico. Nos congratula que se hable de alimentos “más sostenibles” en los comedores escolares. Pero, ¿de qué estamos hablando? Los realmente más sostenibles son los alimentos orgánicos. De eso no hay ninguna duda. Si queremos menos obesidad y sobrepeso en las aulas y en los hogares, hay que apostar decididamente por menús ecológicos, más vegetales y más racionales.
Redacción