Enrique Muñoz Ulcea, coordinador de Extinction Rebellion Zaragoza, contesta a nuestras preguntas sobre calentamiento global y extinción de especies. En las respuestas también participaron otros pensadores y activistas de la organización.
¿La crisis climática y la extinción de especies van de la mano?
-El planeta Tierra está compuesto por sistemas complejos adaptativos en los que todo está relacionado, desde las condiciones físicas que alteran el normal funcionamiento de un ecosistema (como incendios o inundaciones) hasta las poblaciones de especies que alteran su entorno (como un castor, las termitas o el ser humano). De acuerdo con el informe recientemente publicado por la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), el cambio climático está entre los 5 principales factores que producen cambios en la Naturaleza con mayor impacto global y, por tanto, está afectando a ecosistemas, especies, poblaciones salvajes y variedades locales. Por ello, existe relación entre la crisis climática y la pérdida de biodiversidad que se está produciendo en la actualidad. De hecho los informes del IPBES y el último informe del IPCC afirman que ambas crisis están siendo producidas por la actividad humana.
CALENTAMIENTO Y BIODIVERSIDAD
-¿Qué consecuencias del calentamiento global afectan más a la biodiversidad?
-Dentro de la singularidad de cada especie y su hábitat, cualquier alteración de las condiciones que actualmente permiten su existencia supondrá una situación de inestabilidad e incertidumbre, que puede llevar a migraciones, adaptaciones o, en su peor caso, a la extinción. Aunque se podría hablar de muchos otros, algunos de los efectos más llamativos del calentamiento global están relacionados con el calentamiento de los océanos, siendo este un factor con diversas consecuencias: por una parte aumenta la acidificación de los océanos, degradando ecosistemas marinos como los arrecifes de coral y poniendo en riesgo de extinción a gran parte de los seres vivos que allí habitan; por otra parte, el aumento de la temperatura del océano unido al derretimiento del hielo polar provoca la subida del nivel del mar, produciendo la pérdida de ecosistemas costeros y pudiendo llevar a la extinción de especies, como pasó en Australia con el Melomys rubicola.
-¿Qué medidas proponéis para enfriar el clima que sean positivas también para proteger la biodiversidad?
-Desde Extinction Rebellion tenemos tres claras demandas. La segunda y la tercera son fundamentales para dar respuesta a esta cuestión: exigimos que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero a 0 neto para 2025, y que se creen asambleas ciudadanas para que las medidas que se adopten sean justas y democráticas. La ciencia lleva años advirtiendo de que se necesitan “cambios transformadores” en el funcionamiento de nuestras sociedades. La salud de los ecosistemas de los que el ser humano y todas las demás especies dependemos se está deteriorando más rápidamente que nunca. Estamos erosionando los cimientos de nuestras economías, medios de vida, seguridad alimentaria, salud y calidad de vida en todo el mundo. La ciencia no ha dejado de investigar y de exponer diferentes escenarios de futuro modelizando lo que pasaría en función de las diferentes formas alternativas de actuación de las sociedades humanas. Nuestra labor, como movimiento social, es presionar a la clase política para que se lleven a cabo. Pero debe ser mediante la política y sus mecanismos democráticos la forma de analizar estas diferentes alternativas y luego implementar políticas con el doble objetivo de conseguir una sociedad sustentable, democrática y justa.
EL CALENTAMIENTO ES MÁS VISIBLE
-¿Por qué en la agenda política e institucional preocupa más el calentamiento global que la extinción de especies, cuando ambas cosas son absolutamente desastrosas?
-Posiblemente el calentamiento global nos resulte más visible y personal, mientras que la extinción de especies, que no se aprecia a simple vista, requiere de un ejercicio de empatía extra. Estamos anestesiados frente al sufrimiento ajeno, y más si es interespecie. Pero, en cualquier caso, ambos problemas van de la mano. Y a ninguno de ellos se le está dando la importancia que requiere con la contundencia necesaria. Esta misma semana, la European Climate Foundation advertía de que: “Los Estados miembros de la UE claramente no están en línea con la trayectoria de Net Zero 2050 ni con ninguno de los hallazgos científicos del Informe 1,5 ºC del IPCC”, por lo que la crisis climática y ecológica en su totalidad, siquiera el calentamiento global en particular, no está en las agendas políticas e institucionales, ni está siendo tratado con la gravedad que los propios países de la Unión Europea son capaces de reconocer y firmar en sus múltiples cumbres y acuerdos.
-¿Qué grupos políticos ven con mejores ojos los cambios hacia una transición ecológica efectiva y real?
-Somos un movimiento apartidista, por lo que pedimos a todos los grupos políticos por igual que pasen a la acción. Reclamamos que se tomen decisiones que estén a la altura de lo que el problema de la crisis climática y ecológica requiere, y poder así avanzar hacia nuevos modelos de sociedad, sea cual sea el grupo político que gobierne. No es cuestión de nombres o de partidos políticos, sino de promover un modelo de vida sostenible dentro de los límites biofísicos de nuestro planeta y, como hemos dicho anteriormente, ninguno de los grupos políticos está cumpliendo.
AGRICULTURA ECOLÓGICA
-¿En qué medida la lucha por la diversidad es mejor para enfriar el clima? ¿Un ejemplo sería la agricultura ecológica?
-En primer lugar debemos retornar a la primera cuestión: todo está conectado y, además, se ha comprobado que los efectos negativos sobre el clima y los ecosistemas llevan a la pérdida de biodiversidad, así como los ecosistemas marinos y terrestres juegan un papel fundamental en la regulación del clima absorbiendo una cantidad muy significativa de las emisiones de carbono generadas por las actividades humanas. Por ello, la conservación de la naturaleza, así como el mantenimiento de ecosistemas sanos y funcionales, supone un “seguro de vida”, reduciendo nuestra vulnerabilidad y aumentando nuestra resiliencia frente a cambios. Con los sistemas agrícolas sucede igual que con los ecosistemas terrestres y marinos naturales: cuanta mayor sea la biodiversidad mayor probabilidad habrá de que las cosechas no sufran plagas, así como de que exista la variedad necesaria para que tanto los cultivos como el ganado puedan adaptarse al cambio climático. En este sentido, técnicas como la agricultura ecológica o la permacultura suponen un avance, disponiendo de criterios y medidas para mantener o aumentar la diversidad, promoviendo la gestión extensiva, así como reduciendo masivamente (o eliminando) el consumo de biocidas y petro-fertilizantes.
-¿España va a sufrir más el cambio climático que otras zonas del planeta y, por tanto, su biodiversidad se va a ver más afectada?
-Lo importante no es saber quién se va a ver más afectado, sino conocer en cada lugar cómo va a afectar y cómo se puede reaccionar lo mejor posible, porque el cambio climático es una cuestión global, no comparativa. Desde este punto de vista, es evidente que España se va a ver fuertemente afectada por el cambio climático y esto va a impactar, si no se lucha contra ello, sobre la biodiversidad. De hecho, el último informe publicado por AEMET y el MITECO estima que la extensión de los ecosistemas semiáridos ha aumentado en torno al 6% de la superficie de España desde los años 60. Además, de acuerdo con la organización SEO/BirdLife, la población de gorriones ha decrecido un 21% desde 2008 hasta 2018 debido, principalmente, a la contaminación atmosférica. Por tanto, es importante recordar que la biodiversidad no está en peligro únicamente por la crisis climática, sino que está en nuestras manos disminuir las agresiones directas de las actividades humanas sobre la biodiversidad.
ESPECIES Y ZONAS
-¿Cuáles serían las zonas y las especies más afectadas?
-En el Avance de los datos del Open Data Climático, se presentan algunos relacionados con las zonas más afectadas. Por ejemplo, el aumento de los climas semiáridos afecta especialmente a Castilla-La Mancha, el valle del Ebro y el sureste peninsular. Otro aspecto del cambio climático, el aumento de las temperaturas, afecta mucho a la región costera mediterránea, debido al aumento de la temperatura del mar y a las ciudades en las que se produce el efecto denominado “isla de calor”. Existen dos estudios realizados entre 2008 y 2010 denominados Impactos, vulnerabilidad y adaptación al cambio climático de la biodiversidad española, que se refieren el primero a la flora y vegetación y el segundo a la fauna de vertebrados. Las predicciones para la flora implican una reducción general de la superficie climáticamente adecuada a lo largo de este siglo. Esta reducción es especialmente preocupante para el pinsapo (Abies pinsapo), el abeto común (Abies alba), la encina (Quercus rotundifolia), el roble albar (Quercus petraea) y el alcornoque (Quercus suber), y afecta de forma significativa al 20% de las especies forestales. Respecto a las especies catalogadas, un 50% evoluciona hacia una situación crítica, con muy alto riesgo de desaparición pasada la mitad del siglo. Los resultados de los modelos bioclimáticos sugieren que la mayor parte de las especies de vertebrados terrestres que están presentes en la Península Ibérica, y que aquí han sido consideradas, estará expuesta a contracciones significativas de sus distribuciones climáticas potenciales durante este siglo. Las contracciones de las distribuciones potenciales serán más acentuadas a finales del siglo XXI, siendo particularmente extremas en el escenario más intensivo de emisión de gases con efecto invernadero. La variabilidad de las predicciones es grande porque su distribución está menos directamente vinculada al clima que la de las plantas (por ejemplo, el oso pardo se encuentra en España en ubicaciones concretas no por el clima, sino porque su hábitat se ve restringido por las actividades humanas). A título ilustrativo, para uno de los escenarios contemplados, en el período 2041-2070, la mitad de las especies de anfibios sufre contracciones en las distribuciones potenciales de un 31-55%, la mitad de las especies de reptiles y de mamíferos sufre contracciones en las distribuciones potenciales de un 25-39% y 31-79%, respectivamente, y en el caso de las aves, este valor es del 28-66%.
LAS PLAGAS
-¿Qué plagas transmisoras de enfermedades podrían afectar a la península en breve si no detenemos la crisis climática?
-El aumento del calor modifica y amplía la distribución de los insectos propios de zonas tropicales, que son vectores de muchas enfermedades para muchas de las cuales no existe cura o no estamos inmunológicamente preparados en latitudes más templadas. España es un nuevo y cercano foco para especies de insectos vectores de enfermedades como el dengue, el zika o la malaria, algunas de las cuales ya registran casos en nuestro territorio en personas que no han salido del país. Por más, estas especies alteran los ecosistemas propios de las zonas templadas, pudiendo provocar pérdidas en su biodiversidad.
EL PUNTO DE NO RETORNO
Depende de lo que hagamos…
-¿En qué momento se podría llegar al punto de no retorno? ¿Tenéis estudios al respecto? ¿En qué momento el calentamiento global podría entrar en una espiral acelerada?
-El momento dependerá de lo que hagamos de hoy en adelante. Es imperativo actuar ya para que eso no suceda. De acuerdo con el Informe Especial del IPCC sobre Calentamiento Global de 1,5 ºC de octubre de 2018, un calentamiento global de más de 1,5ºC con respecto a niveles preindustriales supondría poner en riesgo la habitabilidad de la Tierra. Hoy en día el calentamiento global estimado es de 1ºC y se prevé que, si no actuamos ya, al ritmo actual se sobrepasará dicho límite muy probablemente en 2030, pudiendo entrar en una situación de graves daños causados por el cambio climático. No obstante, algunos autores publicaron en la revista “Nature” advirtiendo de que esa visión es demasiado optimista, un texto de que no se están tomando en consideración factores que podrían acelerar dicho proceso.
