En USA, Monsanto ha tenido que pagar 9.700 millones de euros por las consecuencias del glifosato/Roundup, el herbicida más vendido del mundo. La OMS lo ha considerado “posible cancerígeno”. Innumerables estudios científicos hablan de las nefastas consecuencias de la exposición a este producto. Y, sin embargo, sigue utilizándose a cascoporro en España y en toda la UE. La Unión Europea tomará el próximo octubre su decisión definitiva sobre la autorización del glifosato. Esperemos que esta vez se prohíba definitivamente.
Una representante de la Comisión Europea (CE) explicó hace una semana a los eurodiputados de la comisión de Agricultura de la Eurocámara que la “decisión final” se adoptará en un comité permanente, dos meses antes de que expire la autorización del glifosato el 15 de diciembre próximo. ¿Por qué todavía el Roundup sigue siendo legal, al menos hasta el 15 de diciembre? Por el gran poder del lobby químico. ¿Y los intereses de los ciudadanos y de la Naturaleza? ¿A quién le importan? ¿Para cuándo una serie de Netflix como hicieron con el caso del Oxi-Contin, el opiáceo que causó cientos de miles de muertos en los Estados Unidos?
UTILIZACIÓN MASIVA
Pese a los 9.700 millones de euros en indemnizaciones que Monsanto ha debido pagar por las fumigaciones con glifosato en EE.UU. y el informe de la OMS que lo clasifica como “posible cancerígeno”, este herbicida continúa utilizándose masivamente en España y en la UE. Un ejército de lobbies, con periodistas y científicos a sueldo, ha conseguido hasta ahora eludir la prohibición. Pero la exposición a este pesticida tiene unas consecuencias ambientales y sanitarias muy negativas, muy nocivas. Sin embargo, su prohibición siempre cae en saco roto en España y en la UE. La decisión para derogar la prohibición una vez más fue tomada en la UE después de revisar como principal referencia científica un informe que había copiado capítulos enteros de un estudio enviado por la propia Monsanto. El “informe” contó con la oposición de nueve países: Bélgica, Grecia, Francia, Croacia, Italia, Chipre, Luxemburgo, Malta y Austria. Esperemos que “a la tercera va la vencida”. Ha contaminado salvajemente las cuencas hidrográficas de todo el estado español. En España, apenas hay ríos que no tengan residuos de este peligroso herbicida, según un reciente informe de Ecologistas en Acción. Y los organismos de los españoles tienen glifosato a tutiplén. España, la Unión Europea y el planeta entero están gobernados por políticos que anteponen los intereses personales a los de la ciudadanía y los de la Naturaleza. Si la avaricia continúa siendo el motor de la economía, el mundo está perdido. Tenemos una nueva oportunidad para prohibirlo definitivamente.
200 MIL MUERTOS AL AÑO
Mariano Bueno, en “CuerpoMente”, ha dicho: “Sí, según el estudio de la ONU, los pesticidas matan a 200.000 personas al año. Son una catástrofe para el medio ambiente. Y el empleo masivo de plaguicidas quimicosintéticos no garantiza la seguridad alimentaria. Los expertos de esta organización desmienten que los plaguicidas sean necesarios para garantizar la alimentación mundial y acusan a los fabricantes de ‘negación sistemática de daños’ y ‘de marketing poco ético’”. Mariano Bueno tiene mucha razón. Además del ejército de abogados con que cuentan Monsanto y otras grandes corporaciones afines, también tienen bandas de gángsteres de la desinformación y la manipulación que siembran el caos informativo allá por donde pasan, para poner en tela de juicio los verdaderos estudios independientes, que hablan de forma contundente de las consecuencias sanitarias y ambientales de la utilización del glifosato en la agricultura. Hoy, la guerra está en los medios, en las redes sociales, etc.
RÍOS PODRIDOS (NO SÓLO DE) POR GLIFOSATO
El ya citado informe “Contaminación por glifosato en el medio acuático” denuncia que: “No debería permitirse el uso de plaguicidas que sean dañinos para los ecosistemas acuáticos sin que sean controlados y se tomen medidas de reducción o eliminación de su contaminación”. Y los especialistas alertan de que, de no prohibirse el Roundup, la pandemia de cáncer seguirá extendiéndose. Pese a ello, los políticos españoles y europeos miran hacia otro lado. Al menos, hasta hace poco. La cosa es que como si no fuera con ellos. La salud de los ciudadanos continuará degradándose. Y la Naturaleza, mientras, se asfixia. Pero aquí lo que importan son las cuentas corrientes de Monsanto y los intereses de sus directivos e inversores. Vaya mundo… ¿Qué pasara en la nueva reunión de los expertos de la UE? Imposible predecirlo.
Pablo Bolaño