Probióticos, ¿un yogur para las plantas?”… es el título del décimo capítulo del pódcast “UCAV Divulga” que ha lanzado la Universidad Católica de Ávila (UCAV). Una de sus profesoras, la Dra. Alexandra, propone la utilización de probióticos en lugar de fertilizantes químicos para promover un impacto positivo en los huertos y/o cultivos y, por ende, en el planeta y en la salud humana. Asimismo, defiende esta perspectiva y explica cómo los probióticos pueden beneficiar a las plantas y al medio ambiente en general.
En época de huertos urbanos y rurales, la investigadora de la UCAV defiende el uso de alternativas sostenibles a los fertilizantes químicos como los probióticos de plantas, que conseguirán mejorar la producción, así como sus características organolépticas. Esto beneficiará, por un lado, al planeta, al evitar el uso de fertilizantes, con lo que se reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero, que a su vez desencadena el cambio climático; y además, mejorará el valor nutricional de los productos con un impacto positivo en la salud humana.
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Exactamente, el uso de alternativas sostenibles como los probióticos (o microorganismos beneficiosos) en los huertos urbanos y rurales puede ser beneficioso tanto para la producción de alimentos como para el medio ambiente. Al agregar probióticos a las plantas, se pueden mejorar tanto la producción como las características organolépticas de los cultivos. Estos microorganismos beneficiosos ayudan a promover un suelo saludable, aumentan la disponibilidad de nutrientes para las plantas y fortalecen su sistema inmunológico. Como resultado, las plantas se vuelven más resistentes a las enfermedades y a las plagas, lo que puede conducir a un aumento en la productividad de los huertos. Además, el uso de probióticos en lugar de fertilizantes químicos reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. Los fertilizantes químicos convencionales emiten gases que contribuyen al cambio climático. Al optar por probióticos en la agricultura, se reduce la dependencia de estos fertilizantes y, por lo tanto, se disminuye la huella de carbono asociada.
SALUD HUMANA
Otro beneficio importante es el impacto positivo en la salud humana. Al mejorar el valor nutricional de los productos cultivados con probióticos, se pueden obtener alimentos más saludables y nutritivos. Los microorganismos beneficiosos presentes en los probióticos también pueden tener efectos positivos en la salud intestinal y el sistema inmunológico de las personas, lo que puede contribuir a mejorar la salud de la población.
SALUD VEGETAL
Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades adecuadas, pueden proporcionar beneficios para la salud de las plantas. Estos microorganismos ayudan a mejorar la estructura del suelo, aumentar la disponibilidad de nutrientes para las plantas y fortalecer su sistema inmunológico. Al hacerlo, las plantas se vuelven más resistentes a las enfermedades y los ataques de plagas. En contraste, los fertilizantes químicos convencionales suelen contener altas cantidades de nitrógeno, fósforo y potasio, que pueden tener efectos negativos en el medio ambiente. Estos fertilizantes pueden causar la eutrofización de los cuerpos de agua, dañando los ecosistemas acuáticos. Además, su producción y uso contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero y al consumo de energía.
ALTERNATIVA
La utilización de probióticos en la agricultura ofrece una alternativa más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Los probióticos pueden ser aplicados directamente en el suelo o en forma de soluciones líquidas. Además de los beneficios para las plantas, también se ha observado que los probióticos pueden mejorar la calidad de los cultivos y reducir la necesidad de utilizar pesticidas. El uso de fertilizantes químicos es responsable de diversos impactos medioambientales y en la salud pública. Por ello, desde las instituciones se centran en buscar alternativas sostenibles. Los probióticos bacterianos o promotores del crecimiento vegetal actúan eficazmente mediante diversos mecanismos como biofertilizantes, biopesticidas o bioestimulantes. Cada vez más, estos productos tienen un gran impacto económico, con una amplia gama orientados tanto al gran agricultor como para huertos caseros, mejorando las características organolépticas de los cultivos.
Redacción