La pandemia Covid no ha detenido una epidemia tanto o más grave que asola a Estados Unidos. Décadas lleva padeciendo USA el asunto del fentanilo. El número de muertes por sobredosis de opiáceos batió un nuevo récord en 2021 hasta las 107.622, un 15% más que en 2020, de acuerdo a datos preliminares publicados por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades Contagiosas de EE.UU. (CDC), en una curva ascendente desde la década de los 70 que solo dejó de crecer en 2018. Serán más cuando las autopsias revelen lo que en la calle todo el mundo sabe. En el país más rico del mundo, ciudadanos de toda condición caen como moscas ante los efectos del fentanilo. Un caso gravísimo de iatrogenia. Es decir, de un gran problema sanitario creado por el mismo sistema sanitario…
Un caso entre cientos de miles. En agosto de 2020, Luca Manuel, de 13 años, iba a empezar octavo grado al día siguiente en Redding, California. Una semana antes le hicieron una endodoncia y le dolía la boca. Tenía muchas ganas de reanudar las clases presenciales. Envió un mensaje en Snapchat porque quería comprar marihuana para el dolor. Un tipo le dijo que tenía una sustancia mejor: Percocet. Luca no sabía que esa pastilla, que había sido prensada para que pareciera el verdadero analgésico, era en realidad una falsificación mezclada con fentanilo, una sustancia 30 veces más potente que la heroína. Murió por sobredosis ese mismo día.
UN OPIOIDE SINTÉTICO
El fentanilo es un opioide sintético que comenzaron a producir las grandes farmacéuticas a finales de los 50 como un anestésico intravenoso. En la actualidad emerge en grandes cantidades de laboratorios clandestinos de todo el país. En Boston o Nueva York, por ejemplo, barrios enteros están siendo sacudidos por esa droga. Caen todos/as como moscas. Puede llegar a ser hasta 100 veces más potente que la heroína y es mucho más barata y fácil de conseguir. Miles de zombies transitan por las calles de la gran América en buscas de fentanilo. Grandes artistas cayeron ante esa sustancia. Pero no eran drogadictos. Simplemente, buscaban un remedio a un dolor, un problema de huesos, etc. Después, ya no podían desengancharse. Otros son adictos porque compraban heroína y se la vendían cortada con fentanilo.
DATOS ESCALOFRIANTES
Los datos son escalofriantes. “Esto es, sin duda, la continuación de una tendencia terrible”, indicó la doctora Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas. “Las tasas de muertes por sobredosis han estado en aumento durante décadas, aumentando a números sin precedentes justo antes del comienzo de la pandemia de covid en EE.UU.”, ha añadido la doctora. “Las cifras siguen por encima de los 400 muertos al año y en más del 90% de los casos encontramos fentanilo”, dice Francisco Díaz, jefe médico del distrito de Columbia, en Washington DC. Y aclara: “Eso no significa que sólo encontremos dicha sustancia. Se está produciendo un fenómeno nuevo. En los años 80 o 90, en los casos de sobredosis uno solía encontrar sólo heroína o cocaína, una sola sustancia, pero ahora no; en estos casos, cuando encontramos fentanilo, encontramos otras tres o cuatro sustancias más, bien pueden ser heroína o cocaína, bien otros derivados del fentanilo”. La situación es tan grave, añade Díaz, “que, recientemente, el CDC ha publicado datos de esperanza de vida al nacer y ha calculado que quienes nazcan ahora en un estado del Medio Oeste (es decir, estados como Illinois, Indiana, Kansas, Michigan u Ohio), tienen seis o siete años menos de esperanza de vida que si hubieran nacido en otro estado en ese mismo momento”. Todo es por culpa del fentanilo. Creado por la industria farmacéutica. Durante décadas se recetó a cascoporro. Han caído artistas famosos, cientos de miles de familias han quedado desahuciadas, cientos de miles de muertos, conflictividad a tutiplén, personas sin rumbo, otros problemas sanitarios y sociales gravísimos…
“EL FARMACÉUTICO”
Según ha reportado “El País” recientemente, “Daniel Ciccarone, un académico de la Universidad de California especializado en drogas, ha argumentado que el aumento de la oferta del fentanilo se debe, entre varios factores, a que su producción es más barata que la de la heroína. Así que la sustancia, un polvo blanco, ha sustituido a la heroína en tiempos de escasez. Su presencia no se limita a Estados Unidos, pues ha provocado muertes en varios países europeos, especialmente Estonia, Letonia y Suecia. Canadá también ha visto aumentar el número de sobredosis accidentales”. China es uno de los principales exportadores, ya que en China es legal y es usada para disminuir el dolor crónico, por ejemplo, en pacientes de cáncer. México e India también exportan en formato de pastillas. Pero no solo hablamos de yonquies callejeros… Tal como ha publicado el citado rotativo, “la farmacéutica Perdue Pharma, fabricante del opiaceo OxyContin, ha sido señalada como responsable de una serie de adicciones al promover la prescripción de la droga como analgésico. Esto originó una crisis de salud pública desde 2016. La empresa, propiedad de la familia Sackler, se declaró en bancarrota el año pasado después de que autoridades locales inundaran los tribunales con más de 2.600 demandas”. Este asunto, concretamente, es el eje a partir del que gira la serie “El farmacéutico”. La muerte de un chico adicto genera la respuesta de su padre, un pequeño trabajador de una farmacia cerca de Nueva Orleans, y de lo que descubre en su investigación… Una serie harto recomendable.
EUROPA
Ahora, la epidemia del fentanilo puede estar llegando a Europa. Ya ha llegado. Pero, comparativamente hablando, las cifras son muy bajas aún. Todo empezó en USA con un aumento de la marginalidad social y el exceso de prescripción médica de opioides. Luego, el desastre ya estaba en las calles. Cuando la campaña contra la relajada prescripción de opiáceos legales se había puesto en marcha, la gente ya se había enganchado. Luego, al no poder obtener opiáceos con recetas, se pasaron a la heroína de las calles. Pero los traficantes vieron que podían importar fentanilo desde China sin tantos problemas. Y que el colocón era más fuerte. Eso sí, las muertes se dispararon. Así que ya no venden heroína cortada como habitualmente. Sino que ahora mezclan “el caballo” con fentanilo. ¿Pasará lo mismo en Europa? Aquí no hay tanta gente adicta a los opioides legales, pero sí hay mucha pobreza, y cada vez más, especialmente con la inflación en las nubes. Como señala Max Daly, “para la mayoría de los proveedores de heroína, el fentanilo era una opción más atractiva, rentable y fácil de importar y producir que la heroína. Era una sustancia habitual en el mercado negro de Estados Unidos, donde venía consumiéndose desde la década de 1970, y, con 6 millones de recetas médicas de fentanilo prescritas al año, presentaba numerosas oportunidades de inversión ilegal”. El peligro está a la vuelta de la esquina. En Europa, todavía, entre los opioides, el más popular es la heroína, pero el consumo de sintéticos legales, como la metadona y el fentanilo, muestra una tendencia creciente en los últimos años. En Estonia, por ejemplo, quienes se sometieron a tratamientos de desintoxicación de opioides estaban mayormente enganchados a un derivado: el fentanilo.
TRAFICANTES
¿Por qué los traficantes están asesinando a sus clientes? Jamás había ocurrido hasta ahora. Desde un punto de vista estratégico, parece algo ilógico. Pero… ¿y si gracias a los opioides legales hay tantos potenciales clientes que no importa que muera una parte de ellos? ¿Qué tiene que decir al respecto la industria farmacéutica? Y, por otro lado, ¿y si esto no fuera algo gestionado en las calles… sino que fuera movido por titirimundis que vienen de más arriba y que quieren quitarse de en medio a una parte de población que no les interesa? En cualquier caso, la industria farmacéutica nos asegura que ellos son maravillosos, bondadosos, milagrosos, etc. Pero tienen las manos manchadas de sangre. El caso del fentanilo es sólo un ejemplo entre muchos. Hay gente que se enganchó sólo para evitar el dolor de muelas y acabó en las calles robando para conseguir fentanilo… A estos pasos, la heroína será una droga para “marqueses”. El fentanilo es, ya, la droga de los pobres. Una droga letal (que fue legal) que arrasa en cientos de barrios de Estados Unidos. Está a las puertas de Europa. Con el fentanilo se adulteran raciones de heroína. Imposible distinguir. Cuídense. Infórmense. No porque vayan ustedes a consumir, sino porque el peligro acecha por todas partes… a todos/as de nosotros/as y de nuestras familias.
Publicado en El Ecomensajero Digital